viernes, 30 de julio de 2010

Inicio De Mi Proyecto

Hacen varias semanas atrás, mientras manejaba al trabajo me llego a la mente la sazón de las comidas y los diferentes bocaditos de dos mujeres muy importantes en mi vida. Estas son: Daisy Bigay Tizol y Haydee Colon Rodríguez, mis abuelas. De pequeña me acuerdo que pasaban muchísimo tiempo en la cocina, y la satisfacción que ellas sentían mientras cocinaban para muchas personas. Para ellas, ese momento no tenía precio. Mama Daisy era experta en complacer el paladar de mi mama, mi hermana y el mío, aunque todos fueran diferentes en un mismo día. Mama Haydee por otro lado comenzaba a las tres de la tarde a preparar sus manjares para los de la casa y todo el que llegaba.

Ese día al llegar al estacionamiento del trabajo me encontré a una compañera y le dije "quiero cocinar", quiero hacer algo para revivir el amor por la cocina como mis abuelas lo hacían.

Traje la idea al a casa, y le comente a mi esposo sobre mi tía Maritza, Chef por muchísimos años de Lydia's Restaurant, de mi papa Raphie Texeira y su pasión por la cocina, la cual es uno de sus pasatiempos favoritos y como esta nos hizo compartir muchísimos momentos felices, y al terminar de expresar mi inquietud, mi esposo me dijo "esa idea es muy buena". Conversamos de asuntos y cambios que están pronto a ocurrir y de cómo esta idea afectaría positivamente a ellos.

A los días siguientes me llego la preocupación de que si iba a cocinar, me gustaría conocer más de ello y emprendí a buscar información en el internet de escuelas de cocina. Aplique a tres escuelas del área sur de la Florida para que me mandaran información. Automáticamente una en Miami me dijo rotundamente que no se iban a molestar en mandar información por la distancia que existía de mi casa a la escuela. Que buscara otra alternativa. De igual forma que me negaron la información en Le Cordon Blue, a los pocos minutos recibí una llamada de Lincoln Culinary Institute (anteriormente conocido como Florida Culinary Institute) y varios días después de Ft Lauderdale Art Institute.

Luego de hablar con las representantes de las escuelas e informarme sobre los programas que ofrecían en el área de cocina decidí hacer una cita para visitar una de ellas físicamente.

Fue el 22 de julio de 2010 a las 6 de la tarde cuando llegamos por primera vez a Lincoln Culinary Institute. Digo llegamos porque apoyando esta locura iban mi hermana Nuris, mi esposo Edwin y mi mayor tesoro mi hija Brianna.

Al llegar me registré y nos sentamos en la sala de espera, comenzamos a observar todo nuestro alrededor y nos dimos cuenta que había una exhibición de figuras en azúcar y chocolate, yo por mi parte estaba un poco ansiosa, pero mi hermana y mi hija encontraron hasta los personajes de Disney en las figuras.

Llego el momento, llamaron por mi nombre y todos nos levantamos y fuimos a la oficina de la Sra. Laura Roberts, por supuesto tuvimos que mover sillas de otra oficina para que nos acomodaran allí. Fue un momento muy divertido.

Luego de una charla sobre requisitos, programas y precios, llego el momento de un tour por las instalaciones; nos mostró el edificio completo y nos explico cómo estaba dividido, además tuvimos la oportunidad de presenciar varias clases en vivo, una de estas clases fue baking y pastry, donde estaban preparando croissant plain, relleno de queso y relleno de chocolate. Aquí pensé en la película “Its Complicated” protagonizada por Meryl Streep, donde ella es una exitosa mujer propietaria de un bakery y todo el mundo va al lugar por su croissant de chocolate. Esta demás decirle que me identifique muchísimo con su rol en la película y me vi en el lugar de ella.

La segunda clase que observamos, a que no adivinan de que era?, mi comida favorita, la sopa. Por mi tomo sopa en la mañana, al medio día y en la noche. En la clase estaban preparando Lobster Bisque, por supuesto Brianna reconoció la langosta al segundo de verla, no se a quien habrá salido; a mamá Puri?
Los salones eran como mis laboratorios de química, mucha instrumentación y equipo. La escuela le proporciona a cada estudiante todo, incluyendo las herramientas desde el primer día de clase.

Nos fuimos del lugar y no podía ocultar la emoción, quería que el único tema de conversación fuera acerca de mi proyecto y quería escuchar la opinión de mis seres queridos. Mi hermana me dijo que le había gustado mucho, hasta tal punto que quería inscribirse también; a Brianna le fascinó la idea de que mami iba a estar en la escuela como ella; y Edwin me dijo positivamente “porqué no pensaste eso hace tres años”.

Pasaron los días y el único tema en la casa era el nuevo proyecto.

El 28 de julio de 2010 a las 2 de la tarde tuve mi segunda cita, donde llené la aplicación, entregué documentos y pase alrededor de una hora en la oficina de ayuda financiera.

Saben qué? La decisión está tomada y con la ayuda de Dios voy a registrarme en la escuela de cocina, el 2 de agosto a las 8 de la mañana.

Que les parece mi comienzo?
No puedo esperar que llegue el día!
Prometo que les seguiré escribiendo de todos los detalles.